lunes, 21 de julio de 2014

Capítulo 7 - Dulces sueños.

Una vez que los elefantes estaban en la calle ya solo quedaba arrancarles esas gemas, aunque no parecía algo sencillo, aquellos animales tan majestuosos parecían fuera de control y  no creo que fuera sólo por aquellos ratoncitos.

Misión 1: Dulces sueños.

Al parecer la droga tenía el mismo efecto tanto en animales como en humanos, aquellos inofensivos animales de piel mustia y mirada apagada se habían convertido en auténticos seres fuera de control, que probablemente asustaría al más valiente que pasase por allí.

Mi misión ya no era sólamente quitarles las gemas para poder construir la sierra, sino que también debía salvarles, ellos no eran conscientes de lo que hacían, ellos no comían aquellas especies por gusto, estaban obligados a hacerlo pues era su único alimento para tanto trabajo en todo el día.

Puede que sea un simple ladrón pero mi orgullo no me permitía ver a estos pobres animales sufrir, asi que trazamos el plan perfecto, aunque más que perfecto, el único que podíamos llevar a cabo.

Puesto que ellos eran los que transportaban a los vigilantes la seguridad era un caos en esos momentos, con los elefantes fuera de control los guardias tenían que ir a pie con la precaución de no ser aplastado por un elefante.

Con la seguridad desactivada sólo nos quedaba abrir los portones y con suerte poder liberar a los elefantes. Para ello debíamos conseguir relajarlos, esto parecía un trabajo de Sheldoon con sus dardos aturdidores, pero lamentablemente eran muy flojos para aquellos colosos.

Con precaución tomó parte de la droga y le extrajo la sustancia relajante aplicándosela al dardo aturdidor, con esto habíamos conseguido un dardo más potente y ligero.

- Burney, ¿puedes ponerte allí enfrente?

- ¿Aquí Sheld....? - dijo Burney mientras caía al suelo.

- Perfecto.

- ¿Se podrá levantar? - pregunté preocupado.

- Es Burney.

Sheldoon y yo nos dirigimos hacia el primer elefante y el le lanzó un dardo, el elefante se desplomó y yo pude quitarle las gemas.

Pensamos que todo iría sobre ruedas pero apareció la Guardia Apache, los mejores guardias de Khazan, al parecer los elefantes tenían un microchip que se activaba cuando un elefante se desmayaba.

Ahora teníamos dos problemas, bueno enrealidad teníamos bastantes problemas, pero estos dos eran los más gordos. Con Burney dormido no podíamos hacer frente a la Guardia Apache y con los elefantes despiertos no podíamos liberarlos, pero si los dormíamos vendrían más...En estos momentos de la vida son en los que el trabajo en equipo te saca de estas situaciones. Por el momento cogimos las gemas y corrimos cuanto pudimos hasta el siguiente elefante.

Una vez localizado pensé que quizá si el elefante corría se cansaría y acabaría más relajado asi que dicho y hecho, un azote en el culo y a correr. Aprovechando la potencia del elefante conseguimos deshacernos de los guardias que habían venido y el elefante parecía más calmado, pero finalmente se desmayó y vinieron más guardias, debíamos hacer frente a estos trasmisores.

Sheldoon pensó que quizá podríamos puentearlos y cambiarles el sentido en las puertas lógicas, es decir, si antes estando desmayados se activaba, ahora estando despiertos será cuando se active.

Nos acercamos al tercer elefante y tal y como dijo Sheldoon, con un pequeño hackeo el chip cambió de sentido y pudimos dormir al elefante.

Después de alcanzar el último elefante los demás empezaron a despertar, eso si, ya estaban calmados y nosotros lejos de ellos, pero claro, delante del palacio dormir un elefante no iba a ser muy normal, teníamos que secuestrarlo.

Nos subimos en él y lo guíamos por la ciudad, la Guardia Apache estaba detrás de nosotros y por si fuese poco la 2ª división de Khazan estaba en la Plaza Mayor con su general Zazuki, estábamos en un buen lío y sólo un milagro podía librarnos de aquello...

CONTINUARÁ

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