jueves, 24 de julio de 2014

Capítulo 10 - Un encuentro inesperado

Los pequeños detalles son los que hacen mejor la vida.

---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

- ¿INGRAD? ¿Cómo sabías que iba a venir yo aquí?

- Eres muy previsible James. Si tus amigos han ido a demoler el puente, tu que ibas a hacer, ¿quedarte sentado?

- ¿Cómo sabes eso? ¿Están bien? ¿Que les has hecho? RESPONDE.

- Tranquilízate cariño, te veo alterado, ten, límpiate la sangre anda.- me ofreció un pañuelo de un agente derrotado - Si quisiera acabar con vosotros podría hacerlo encantada, pero recuerda que tanto tú como yo tenemos un objetivo común.

- Entonces, ¿están bien?

- Supongo que si, ya me encargué yo de la vigilancia del puente.

- ¿El puente estaba vigilado?

- James, todo en esta ciudad esta vigilado por cámaras. Pensaba que los ladrones erais más listos.

La verdad es que nos había pillado con el culo al aire puesto que no teníamos ni idea, nos había salvado la vida una vez más.

- Vaya, gracias supongo.

- Vamos guapo, no te pongas ahora con formalismos, después de todo lo que ha pasado entre los dos.

- ¿Entre los dos? Ingrad creo que te estás confundiendo...

- ¡No seas bobo! - me cortó bruscamente la frase - Soy policía, jamás tendría algo con un delincuente. Sin embargo nuestras citas ya se están convirtiendo en algo de costumbre, pasas más tiempo conmigo que con tus amigos.

- Tal vez tengas razón, perdón si te he molestado.

- En absoluto.

- Quizá haya algo que esté haciendo mal, al fin y al cabo siempre me consigues encontrar sin darte ningún aviso ni nada.

- Eres previsible James, hasta un tonto sabría cuales son tus intenciones y tus sentimientos.

- ¿Te refieres a ella?

- ¿Lucy?

- Si.

- Vamos señorito Kayne, ¿no se supone que usted es un ladrón? Que le acabo de decir, porque si esas son sus intenciones me estaría dando total libertad a hacer lo que me plazca ahora mismo que te tengo atado.

- No estoy atado.

De un movimiento con una cuerda me ató a una barra que había junto a la puerta de la cabina.

- Ahora si.

- No entiendo como una simple agente puede tener estas habilidades. ¿Qué es lo que quieres Ingrad?

- Aléjate de ella James, sólo te traerá problemas, ella es una fan de la justicia y simplemente quiere capturarte. ¿Vas a cometer el mismo error que tu padre?

- CÁLLATE MALDITA ZORRA - Le grité a la vez que rompía las cuerdas y me abalanzaba sobre ella - El pasado es el pasado, es más, ni siquiera soy él, el pasado es algo que se queda atrás en el instante que se convierte en pasado, ahora mismo esto se está convirtiendo en pasado, todo cuanto estamos viviendo y no lo voy a desperdiciar comiéndome la cabeza por lo que una agente calenturienta y celosa me diga.
Se que tengo que hacer con mi vida y nadie es quien para decírmelo. Si me equivoco me atendré a las consecuencias pero yo seré el único responsable de todo ello.

- Muy bien James, pero, ¿te has parado a pensar en tu gente? ¿en que pasaría con ellos por culpa de una insensatez de una mente "calenturienta" como tu dices? piensa en quien te importa realmente, ¿tus amigos o una mujer que viene y va? deberías aclararte primero y luego pensar en todo esto. Cuando ella se vaya ellos ya no estarán ahí para satisfacer tus necesidades de niñito mimado, los amigos aguantan por ti tempestades si hace falta, pero no puedes pedir que estén ahí cuando tú has sido el primero que les has fallado, actúa y trátales de la misma forma que quieras ser tratado.

- Tal vez tengas razón Ingrad...perdóname.

- No te preocupes James, todo está bien.

- Todo este asunto me tiene bastante cambiado, extraño.

- Es normal, son muchas cosas fuertes y cualquiera ya habría cedido muchísimo antes.

- Gracias Ingrad, menos mal que estás a mi lado.

Aunque yo sabía que algo no iba bien ella no había hecho nada malo, no había pasado nada malo entre los dos, no tenía porque cambiar nada.

- Mira James, observa la Luna.

- WoW luna llena, es curioso, la luna llena me persigue a todas partes.

- ¿No te has parado a pensar en que estamos en la otra punta del planeta bobo?

- Vaya.

- Bueno, creo que deberías ir a arreglarte o la dama de hierro no bailará contigo.

- ¡¡¡Si!!! Gracias por todo de verdad.

Ya estaba a punto de irme.

- ¡JAMES!

- Dime

- ¿No se te olvida algo?

- Que quieres, ¿un beso de despedida?

- NO IMBÉCIL, las llaves, lo que habías venido a buscar.

- Y tu, ¿qué habías venido a buscar?

- No se, con el tiempo se sabrá. Buenas noches.

- Buenas noches Ingrad.

Cada vez todo era más raro, esta chica era una desconocida, una enemiga  que me estaba ayudando e incluso aconsejando en temas amorosos. Nunca te fíes de desconocidos dicen, pero, ¿cómo se puede aplicar un ladrón esa frase?

Me había demorado mucho y los chicos estarían preocupados por mi, aunque no había sonado el busca.

Llegué al piso franco y no estaban, algo no iba bien...

CONTINUARÁ

No hay comentarios:

Publicar un comentario